viernes, 16 de septiembre de 2011

La cicatriz que elegí



Like Frankie said, "I did it my way"


 
Me llamó la noche anterior. Hizo un chiste, como de costumbre: “Hola, habla la acompañante terapéutica”. Me hizo reír. En el fondo, estaba nerviosa. Quedamos en que pasaría a buscarla al día siguiente, a las cuatro. Antes de despedirse me preguntó: “¿Estás segura?” Dije que nunca había estado tan segura de algo en toda mi vida. “Ok”, dijo, “yo no sé cómo te animás”. Y cortó.


jueves, 25 de agosto de 2011

Esa misma pena

Un día volvimos a hablar. Como si nada. Como si siempre. Como si seis años no fuera tiempo. Como si me llamara un día cualquiera desde su trabajo (el mismo), a mi número fijo (el mismo), que aún recordaba de memoria, una mañana cualquiera de agosto.
   
-Hola
-Hola
-Qué hacés…?
-Qué hacés…?
-Bien… vos?
-Bien… vos?


Las palabras salían una tras otra y las repetíamos en eco. Después nos reímos y dejamos de repetir. Y la charla se tornó natural. Como si nada. Como si siempre. Como si nunca hubiésemos dejado de divagar juntos, entre recuerdos borroneados por el tamiz del presente.

El olvido no perdona, viste como son las cosas…

sábado, 2 de julio de 2011

Soltarse y caer



-Bueno, zafaste, eh?

Dijo el traumatólogo al despedirme de su consultorio. Las resonancias magnéticas habían dado como resultado un disco de columna cervical fuera de lugar y una fisura en el menisco interno de la rodilla derecha. Era el equivalente a “vida civil normal” y a una posible operación de rodilla si el menisco no se regeneraba con kinesiología.

Si esa era mi suerte, no sé cuál sería la de los civiles normales.

…  

Voy a encontrarme con mi suerte
Buscando lejos de todo lugar
Lejos de mí

domingo, 15 de mayo de 2011

El ex tan especial

Cuando te busco no estás
cuando te encuentro
te vas


20 de marzo, mediodía.
Mensaje de cumpleaños con un día de delay: Se q anduviste de cumpleaños. Por eso mismo, te mando un beso grande grande.
¿Cómo lo sabe? ¿Te vio? ¿Te cruzaste con algún amigo en común en el festejo que recordás tan mal?
No. Sólo quiere hacerse el que sabe. El que sabe que bailaste chacarera la noche anterior. Él, que sabe que no estaba ahí. El que sabe que pensaste en él. Él, que sabe que no sabe nada. El que sabe que un poco también estaba.
Él, que cree que el mundo gira a su alrededor. El que durante los últimos tres o cuatro años te saludó un día después de tu cumpleaños porque no es como todos los que te saludan el día de tu cumpleaños. Él es especial. Por eso sabe –cree saber- que merece un tratamiento especial. Un saludo especial. Un día especial en el que sea el único que te salude. No como el resto.
Pero se acordó en tu día. Porque vio esa luna de tamaño gigante que el cielo te regaló, tan cerca de la tierra, como no ocurría desde hacía 20 años. Y ahora te lee y dice que te siente bien, porque lo intuye, porque siempre fue tan intuitivo, aunque estés tan lejos… Y admitís que tiene razón, que estás bien, feliz, tan lejos. Preguntás cómo está él. Por cortesía, por educación. Porque también intuís cómo está. Puliendo detalles, contesta, sin exagerar, más tranquilo que antes.
Sin exagerar, te dice, igual que siempre.

jueves, 3 de marzo de 2011

2011


Un nuevo año. Lejos, viajando entre montañas. Cruzando nubes, desiertos, salares, lagunas, ruinas. Conociendo gente, historias, costumbres, idiomas, sabores. Creciendo. Viajar para encontrar y encontrarse. Un día, una mañana, siempre. No dejar nunca de tener alma viajera. Esa mirada curiosa y las ganas de descubrirlo todo. Aunque la tierra debajo de los pies no se mueva. Y volver porque siempre hay que volver. Una noche, una tarde cualquiera.